sábado, 28 de abril de 2007

LEQUIO


El intermitente romance que Alessandro Lequiomantuvo con una María Palacios que ya no huye de los reporteros como cuando saltó la noticia de su idilio con el italiano, nunca consiguió estabilizarse, pues en poco más de siete años de convivencia, ambos han sufrido numerosas crisis, con posteriores reconciliaciones llenas de impedimentos, e incluso más de un distanciamiento físico -amén de los por todos conocidos- que nunca trascendió públicamente.El carácter del falso conde –que bordea con atrevimiento el mundo de los celos- puso en jaque una relación que sorprendió a propios y a extraños. El envite de la incesante rumorología que apela a la fama de conquistador del pétreo aristócrata como motivo principal de los vaivenes de la pareja, nunca dejó de existir. Un lastre con el que Lequio convive desde que en la década de los 90 se le tachara de bon vivant por su agitada trayectoria sentimental. Todo un gentleman de la época capaz de seducir, al mismo tiempo, a españolas rubias e italianas morenas... Tan lejos llegaron algunos de sus enfados, que incluso María decidió noacudir a una de las fiestas de cumpleaños que el italiano organizó hace un par de años. Así pues, no es de extrañar que hace algunos días lapareja decidiera poner punto y final a una relación que se tambaleaba desde el 2005, y que no consiguió remontar pese a los reiterados intentos del noble italiano, que el pasado martes confirmó en un conocido programa de televisión su definitiva decisión, quizás porque la diferencia de edad pesa cada día más. Para la posteridad quedarán los planes de boda que hasta en dos ocasiones anunciaron, vía exclusiva, en una conocida revista rosa. Por aquel entonces, los enamorados prometían convertirse en la pareja modélica, en ejemplo a seguir: “Es el hombre que me gusta. Ya dije que es la pareja que nunca cambiaría”. Experto en lidiar con la prensa del corazón, Dado se niega en banda a ofrecer más detalles sobre tan esperada ruptura, pues prefiere mantenerse –de momento- en un segundo plano. Y digo de momento porque ya se le han ofrecido ingentes cantidades de dinero para que acuda este fin de semana a un programa de televisión para explicar cómo se siente. Eso sí, no cabe duda que ha escogido el momento más oportuno para ventilar su reciente soltería, ya que en los próximos días podrían ver la luz unas fotografías del popular conde en compañía de una morena, con la que compartió mesa y mantel durante varias horas. Una buena estrategia para capear un posible temporal. Al tiempo.

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